Cuando me empezé a dar cuenta de todo

Mi vida seguia transcurriendo, mi infancia feliz, por que era gruesita, pero feliz. Todavía no había entrado en la pubertad y bueno, aunque me sentía un poco diferente pues no era nada grave, no me quitaba el sueño, tenía algunas amigas, impopulares como yo, pero pasaba el rato con ellas, hablabamos de los chichos que nos gustaban y hacíamos cositas de niñas,,, y fueron pasando los años, las amistades cambiaron, y empezé a juntarme con una niña que era muy popular en mi colegio, Charlotte.
La verdad no se por que ella se interesó en ser mi amiga, por que yo era lo contrario a ella en todos los aspectos, ella era rubia, delgada, ojos azules, popular, muy simpática y a todos caía bien. Yo por el contrario era morena, gruesita, ojos castaños y nada popular, pero bueno, así fué, ella se interesó en mi amistad y empezamos a juntarnos.
Por aquella época, además de estar juntas en el colegio quedábamos por las tardes. Ella vivía en el mismo pueblo, un poquito mas abajo así que nos veíamos a diario.
Ella al principio era buena amiga, lo pasábamos bien y en el colegio empezé a tener más amigos desde que empezamos a estar juntas, algunas chicas más que ya pertenecían a su grupito y además los chicos, que antes ni siquiera me hablaban empezaron a hablarme.
Ella era buena amiga, pero se creía la mejor de todas nosotras, y lo hacía saber. Teníamos otra amiga Luna que siempre estaba con nosotras y ella no se ponía colorada en decirle que era fea, que tenía espinos...en fin..en cambio ella decía que era guapa, que no tenía espinos y que tenía piel de bebé (maldita zorra engreida pienso hoy).
En cambio, en esos tiempos pensaba que no tenía nada de malo en que ella se lo creyera, por que era verdad.
Para mi también tenía palabaras preciosas, como por ejemplo alabar la grandeza de mi nariz (que por aquella época tenía poblada de espinos) y lo gordita que era...la verdad que eso me dolía pero como la adoraba, pensaba que tenía razón y que no me lo decía por mal. Ahora lo pienso y no entiendo como alguien puede ser tan cruel con sus amigas, pero ella era así, una niña consentida desde la cuna, a la que todo el mundo había estado diciendo desde bien pequeñita lo bonita que era y lo tenía creido, muy creido.
Uno de los primeros recuerdos hiper dolorosos que tengo de esa época fué en el colegio. Estabamos en el descanso entre clases, y había un chico del colegio que parecía que estaba interesado por mi. A mi él no me gustaba, pero bueno, me sentía alagada por que las chicas me decían que si parecía que le gustaba, que se yo...
El caso es que un día sin yo saberlo ella fué a hablar con él, y le preguntó que si yo le gustaba, y él contesto "a donde vas con el ballenato ese" (palabras textuales de Charlotte). Yo no estaba presente cuando le hizo la pregunta pero cuando me contó lo que le había respondido agradecí no haberlo estado.
Dificil explicar como me sentí aquel día...no me gustaba ese chico, pero sus palabras me habían herido y marcado de una manera que él jamás llegará a saber.
A partir de ahí me di cuenta de por que no le gustaba a los chicos, ni era popular, y por que mi madre me decía cuando me veía poner mayonesa a la comida que eso era malo. Era una niña gorda.